Los japoneses son un pueblo muy ceremonioso, de costumbres muy enraizadas y muy respetuosos con los demás. Valoran mucho los buenos modales y la educación, por lo que hay que tener muy en cuenta la preparación personal además de la profesional en las relaciones laborales.
Hay que cuidar las formas, tanto en las reuniones de trabajo como en cualquier otro ámbito social: una comida, una fiesta, ya que dan mucha importancia a los comportamientos y a los modos de las personas.
En primer lugar se deben conocer sus costumbres. Los japoneses no se sienten ofendidos cuando un extranjero comete alguna falta a la etiqueta japonesa. Sin embargo, siempre será ventajoso conocer algunos detalles de sus costumbres tales como saludar con una reverencia, no usar primeros nombres.
La falta de puntualidad es una ofensa para la persona que le espera. Debe ser muy puntual para empezar con buen pie sus relaciones.
Tenga con sus homólogos una relación más personal. Invítalos a comer o acepta sus invitaciones. Esto facilitara la resolución de problemas en los negocios.
No intente tratar siempre con el jefe. Es frecuente que en las organizaciones japonesas el poder de decisión esté ubicado en niveles operativos.
Aprenda la importancia de las presentaciones. En Japón la mejor forma de hacer contacto con alguna empresa es logrando que un conocido nos presente directamente con la persona con al que queremos tratar. Las tarjetas de presentación son muy importantes, y es un signo de cortesía hacia ellos, tenerlas impresas por una cara con los caracteres occidentales y por la otra con sus propios caracteres en Japonés.
Se debe evitar confrontaciones. Mantener un clima de armonía es vital en la estructura japonesa. Todo se puede arreglar a través del diálogo.
Entienda la cultura del regalo. Los japoneses tienen muy arraigada la costumbre de dar regalos y a donde quiera que vayan, siempre llevarán regalos suficientes para cualquier ocasión. En estas condiciones no nos debe extrañar que nuestros visitantes japoneses, con el mínimo pretexto nos ofrezcan regalos, lo cual no debe ser tomado más que como una muestra de amistad y buena voluntad. Tenga en cuenta algo importante, no se pueden abrir los regalos en presencia de quien nos lo dio.
Se debe conocer algo el idioma. No es indispensable hablar japonés para realizar negocios de forma exitosa, siempre y cuando estemos seguros de que nuestro posible socio tiene suficiente dominio de otro idioma, como por ejemplo el inglés. Es importante considerar que los japoneses aprecian mucho el esfuerzo que el socio extranjero realiza por aprender su idioma, por mínimo que este sea.
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