El evento, entendido como
una celebración o fiesta, podemos decir que ha muerto. La nueva estrategia es integrar el evento
dentro de la estrategia de marketing y / o comunicación.
¿Cómo podemos
gestionar esta complementariedad? Pues teniendo en mente que debemos convertir
el evento en una estrategia. A parte de la celebración del mismo en un día
concreto, crear iniciativas paralelas al gran evento que ayuden o dejen intuir
los objetivos empresariales y el motivo de la celebración del evento.
Por ejemplo, crear
una buena estrategia on line, tener presencia en redes sociales ayuda a crear notoriedad y participación para
así, conseguir un recuerdo antes y después del eventos alagando nuestros
objetivos y beneficios durante 365 días.